Hay temas que no se hablan mucho en la sociedad actual, no están de moda ni son tendencia e incluso se tratan a veces de una forma muy superficial.
Tener una discapacidad no es algo que alguien busque, sino que viene impuesto, haber nacido con menos visión, oído o con una enfermedad congénita no suele celebrarse ni tampoco es un regalo cuando llega una enfermedad que no nos permite hacer una vida definida como “normal”.
Cuando se reconoce la discapacidad en una persona es debido a que puede necesitar ayuda para el desarrollo de las actividades diarias que realiza una persona, entre ellas la dificultad de tener un trabajo o de realizar alguna o varias actividades laborales.
Para entender un poco más estos datos tenemos que saber también que dentro de las discapacidades hay muchos tipos y en % encontramos que las mayoritarias son las relacionadas con problemas de huesos y articulaciones, enfermedades crónicas, salud mental, deficiencia neuromuscular, intelectual, visual, auditiva, expresiva y sordoceguera en este orden, según un estudio realizado por el IMSERSO en 2020.En España 4,38 millones de personas tienen discapacidad y un 6,8% son personas que tienen reconocido un grado de discapacidad igual o superior al 33% según los datos del Instituto Nacional de Estadística.
Además, podemos ver que su distribución por edades no es homogénea o al menos los datos reflejan que el reconocimiento de la discapacidad igual o superior al 33% que va desde los 35 hasta los 64 años representa casi la mitad de los registrados.
Gráfica. Base Estatal de Datos de Personas con Valoración del Grado de Discapacidad. AÑO 2020
Con estos datos podemos entender que existen más de un 43% de las personas con discapacidad en España y que estos pueden trabajar y tener un trabajo remunerado realizando alguna actividad interesante para ellos.
La integración laboral lleva años desarrollándose en nuestro país a través de diferentes actuaciones de políticas sociales de integración e inclusión.
Dentro de la ley de integración social se crearon una de las figuras más conocidas llamadas centros especiales de empleo, empresas que tienen como objetivo gestionar y crear trabajo a personas con discapacidad para su integración laboral y social.
Según la Confederación Empresarial Española de Economía Social se consideran Centros Especiales de Empleo de Iniciativa Social (CEEIS) a los centros que sean:
- Entidades públicas o privadas sin ánimo de lucro.
- Tengan un carácter social en sus estatutos.
- Reinvierten de forma íntegra sus beneficios en la creación de oportunidades de empleo para personas con discapacidad.
Podemos encontrar más de 2.000 centros especiales de empleo en España que ocupan a más de 100.000 personas con discapacidad cubriendo diferentes sectores y actividades.
Los puestos de trabajo a los que se pueden acceder son muy variados y tienen diferentes responsabilidades en función del desarrollo profesional de cada persona y sus aptitudes.
El trabajo en equipo, el trato humano y el buen rollo son 3 de las muchas características que diferencian una empresa al uso de un centro especial de empleo, el desarrollo de las tan famosas “soft skills” está aquí plasmado en un ritmo diferente de trabajo, en un respeto a los tiempos y a cada persona que se cumple por encima de la realización de cualquier tarea.
Aun así, siguen existiendo muchos retos que afrontar y uno de ellos es que aumente el número de personas que acceden a estos trabajos, que haya más diversidad de oferta para ellos y que además puedan acceder a puestos más profesionalizados.
Otro de los grandes retos es aumentar la productividad de los centros con productos y servicios de calidad que ofrezcan a los mercados innovaciones y soluciones interesantes y competitivas para que dejen de necesitar ayudas para financiarse.
El objetivo de estas políticas es que llegue el momento en el que los trabajadores con discapacidad no necesiten ninguna integración y esto se consigue con formación y capacitación a través de la experiencia profesional.
En Robingood tenemos un objetivo claro, queremos acercar a la sociedad esta realidad y generar puestos de trabajo cada vez más adaptados a las necesidades de un colectivo muy amplio que destaca por su gran capacidad de adaptación y superación.
Maria J. Herrero.