consumo consciente

Consumo consciente y responsable

A veces en el mar de noticias complejas que estamos recibiendo encontramos acciones inspiradoras de personas, empresas y organismos. Estos inputs positivos nos devuelven la esperanza de poder todavía retornar a un sistema de consumo y por tanto de producción donde se valoren cosas importantes.

Está claro que estamos en el momento de repensar todo lo que conocemos hasta ahora y haciendo esto nos damos cuenta de que podemos actuar de forma más responsable en todas y cada una de las necesidades que queremos cubrir en nuestra vida.

Hay una manera diferente de consumir bienes y servicios, a parte de la calidad o de si su precio es competitivo, se trata de evaluar cómo se ha producido un producto y que características sociales y medioambientales lleva implícitas.

A este tipo de consumo se llama consumo responsable o consumo consciente y actualmente se está convirtiendo en la palanca de cambio para  impulsar la sostenibilidad en la producción en diferentes sectores como el alimentario, textil, cosmética, ocio, entre otros.

Un consumidor consciente sabe que cada una de sus acciones importa.

Y es que este año varios estudios de tendencias nos aportan datos que así lo corroboran, mas del 60% de los consumidores buscan productos responsables y evalúan las empresas a las que compran.

El consumo responsable es de hecho una prioridad que se encuentra como objetivo número 12 en la agenda 2030, donde la primera premisa es no consumir mas que lo que necesitas.

Existe una diferencia entre las necesidades básicas que la sociedad nos dice que necesitamos y las que realmente son necesarias para tener una vida digna.

Disminuyendo el consumo ayudamos a la regeneración de ecosistemas, a la disminución de la contaminación atmosférica y a la disminución de la generación de residuos.

Considerar el impacto de nuestras compras debe ser tenido en cuenta desde la obtención de los recursos, su producción, su transporte, pero también las personas a las que afecta todo el proceso productivo.

Es imprescindible determinar qué empresas respetan el medio ambiente pero también cuáles están apoyando causas sociales y siendo inclusivas y/o respetuosas con sus trabajadores.

Como consumidor tenemos una responsabilidad porque nuestras decisiones son tenidas en cuenta por el mercado.

Cada vez que compramos algo estamos dando un voto a favor del producto comprado, con lo que también se lo damos a la empresa y a su forma de producir además de como trata a sus trabajadores o proveedores.

Son muchas las empresas que están cambiando sus estrategias y poniendo la sostenibilidad como una prioridad en sus hojas de ruta, gracias al rechazo y la acción de los consumidores.

La generación Z, por ejemplo está siendo un motor crucial puesto que hay un factor determinante en sus compras hacia la crueldad animal y la acción ética de las empresas.

Cuando empezamos a ver cómo transformarnos en agentes de cambio encontramos cada día una y mil oportunidades para hacer las cosas mejor.

Muchas veces pensamos solamente en la parte medioambiental y no sabemos que una #compraconproposito puede cambiar la vida de un colectivo y aportar mejoras sustanciales dentro de las desigualdades existente en la sociedad.

Además, cuando nos concienciamos de verdad y buscamos productos respetuosos tenemos un impacto que también es importante y es el efecto dominó, nuestro entorno, amigos, hijos, padres también empiezan a plantearse el cambio y pueden llegar a ser posibles consumidores sostenibles en el futuro.

Es tiempo de actuar y de tomar las riendas del cambio, dar el voto a favor a las empresas sostenibles es apostar por el futuro más justo y respetuoso.

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Recuerda que comprando RobinGood estarás apoyando la inclusión social generando empleo a personas en riesgo de exclusión social practicando la compra con propósito.

 

 

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